Parking sin servicios pero muy tranquilo. Muchísimo verde y lejos de los coches. Cuando fuimos tenían la barrera de la altura abierta para entrar dentro del propio campo, lo cual se agradece por la sombra de los árboles y no había más vehículos de ningún tipo aparcados, pero también se podía aparcar fuera. Lo recomiendo para una parada tranquila y si viajas con perretes.